No soy terapeuta. Soy alguien que camina contigo, sin juzgarte.
BRUJULA INTERIOR
¿QUIEN SOY?
Soy una persona como tú. No tengo un título en psicología ni una carrera universitaria en salud mental. Lo que tengo es algo distinto: una vida llena de momentos difíciles, de aprendizajes reales, de conversaciones profundas con personas que confiaron en mí cuando más lo necesitaban.
A lo largo de los años, descubrí que tenía una capacidad natural para escuchar sin juzgar, poner palabras a lo que otros no sabían expresar, y ofrecer claridad cuando el corazón se enreda.
Mis 45 años no solo son tiempo vivido, son camino recorrido. He atravesado duelos, conflictos, decisiones difíciles, pérdidas, incertidumbre, rupturas, enfermedades… y en cada uno de esos tramos, aprendí a encontrar mi brújula interna.
Hoy, quiero ayudarte a encontrar la tuya.
¿Por qué hago esto?
Este no es un negocio más. Es una vocación.
He sido “esa persona” a la que la familia acude cuando algo se complica. Con el tiempo, entendí que lo que para otros era una conversación difícil, para mí era un acto de amor: sentarme, escuchar, mirar sin miedo, y hablar con respeto y verdad.
No pretendo tener la respuesta a tus preguntas. Lo que hago es crear un espacio donde puedas hacer las tuyas con libertad. Donde no te sientas juzgado ni presionado.
Me apasiona ver cómo alguien que llega confundido, triste o agotado, se va un poco más liviano, un poco más claro, un poco más en paz.
Mi forma de acompañar
Mi manera de estar contigo es simple: te escucho, te contengo y te reflejo lo que a veces tú no puedes ver.
No hay juicios, no hay análisis clínico, no hay etiquetas. Hay escucha profunda, preguntas que invitan a mirar dentro, silencio cuando hace falta, y palabra cuando alivia.
Cada persona es distinta. Por eso adapto mi forma de acompañar a lo que tú necesites: una sesión para desahogarte, un proceso más largo para reconectar contigo, o simplemente alguien con quien pensar en voz alta.
Este es tu espacio. No para arreglarte. Sino para abrazarte tal como estás.
Lo que creo
firmemente
Creo que no necesitas estar “roto” para pedir ayuda.
Creo que la claridad emocional es un derecho, no un lujo.
Creo que hablar con alguien que te escuche puede cambiar el rumbo de tu vida.
Creo que todos llevamos dentro una brújula… pero a veces necesitamos a alguien que nos ayude a escucharla.
Si estás aquí, no es por casualidad.
Si has llegado hasta aquí, tal vez sea porque algo dentro de ti está pidiendo ser escuchado.
No sé qué estás atravesando. Pero sé cómo se siente no saber a quién contárselo.
Este espacio existe para eso. Para darte la mano cuando el camino se nubla. Para que te sientas acompañado. Para que puedas mirar hacia adentro sin miedo.
Si quieres, aquí estoy.
Con respeto, con cuidado, con presencia.
Porque nadie debería caminar solo cuando el corazón pesa.
BRUJULA INTEIROR
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